SI QUIEREN ALEGRAR A SU FOTÓGRAFO DE BODAS DÍGANLE QUE SU BODA ES ESTILO RUSTICO CHIC!
A todos nos gustaría que nuestra boda fuese especial, original y única pero, cuando empezamos con los preparativos, a veces nos topamos con dificultades. El presupuesto con el que contamos puede no ser suficiente, y tenemos que elegir un salón impersonal. Existe también la opción de acudir a fincas especializadas en la celebración de este tipo de eventos, pero, además de que no suelen ser baratas, las opciones de personalización en catering, decoración y otros detalles a veces son limitadas y, si decidimos, aun así, realizar algunos cambios más personales, el presupuesto se disparará.
Una opción, que muchas veces no tenemos en cuenta o simplemente desconocemos, es celebrar nuestra boda en una casa rural o campera. Si no contamos con ningún familiar o amigo que tenga una casa en el campo y se preste a dejarnos organizar el evento, podemos recurrir a una casa rural. El sector agrícola ha propiciado este tipo de celebraciones.
Una boda en una casa rural será mucho más íntima y personal. Habitualmente sólo se alquila la casa, por los días que se necesite, teniéndose que encargar los novios del resto: ceremonia, decoración, catering… Si no tienen mucho tiempo o simplemente les faltan ideas, pueden contratar a un profesional que se ocupará de que cada detalle responda a sus deseos.
Probablemente, una auténtica casa de campo, no contara con un acceso fácil, directo desde la ruta, tendrán que tenerlo en cuenta a la hora de organizar tanto la llegada de los invitados como la de las personas que trabajaran para ustedes ese día. Primordial, ¡hacer un plano! En cualquier caso, lo ideal es alquilar una casa con suficientes habitaciones como para que los invitados puedan dormir allí y hacerlo, al menos, desde un día antes de la boda. La diferencia de precio no será mucha, y esto permitirá que puedan convertir el día especial en un fin de semana especial, y puedan disfrutar más tiempo de la compañía de sus seres queridos. El día anterior pueden organizar alguna actividad por la tarde, para quienes lleguen a tiempo, un paseo a caballo o en bicicleta y, ya por la noche, organizar la cena pre boda en la misma casa, con productos frescos de la tierra, y culminar la cena con un karaoke casero o jugando a juegos de mesa. Lo ideal es que este tipo de bodas se celebren en el jardín, por lo que, dependiendo de donde esté situada la casa, habrá que evitar los meses de lluvia y frío, y los de excesivo calor.
Si la ceremonia es religiosa, pueden casarse en la Iglesia del pueblo más cercano, si es civil, lo mejor es poder celebrarla en la misma casa. Para montar el altar, cuenten con todas las facilidades que nos da la naturaleza, un par de troncos decorado con flores y telas etéreas será suficiente para crear un ambiente encantador. Para los asistentes sillas de madera rústica, decoradas con ramilletes de flores silvestres. El entorno hará el resto.
Sin mucho esfuerzo pueden jalonar el entorno de rincones y detalles preciosos y muy originales. Utilizar los aperos de labranza, un carro, baúles o muebles antiguos para montar los bodegones siempre decorados con flores, e incluso frutas.
Las mesas y sillas para los invitados, cuanto más sencillas mejor, las protagonistas de la decoración serán las flores (siempre silvestres), telas etéreas y elementos rústicos como antiguos quinqués, velas en tarros…, hay multitud de opciones muy fáciles de conseguir y que crearán un entorno único. También deberán tener en cuenta el emplazamiento para los trajes de novios, no pega mucho un smoking en este entorno, mejor traje para el novio, y la novia debería optar por un vestido ligero y cómodo, un peinado natural, incluso con flores en el pelo, parecerás una ninfa, y un ramo sencillo, las margaritas o lilas son una opción muy bucólica.
En cuanto a las fotos, las opciones que da este entorno son magníficas, fotos naturales, sin forzar, naturaleza en estado puro, tendrán un álbum precioso y sencillo, sin posados ni artificios, muy chic.
UnionWep Mercedes Fuster